Esa extraña necesidad de mirar hacia afuera y no hacia adentro

Es mucho más fácil lanzar piedras, criticar lo que nos parece mal, sin darnos el trabajo de reconocer siquiera que del otro lado hay otra persona, otra realidad, otro pasado, casi otro universo.  Nosotros miraremos la realidad desde nuestra perspectiva y con nuestra limitada visión, pero no sabremos que hay detrás.

Aquella mujer a la que criticas y tildas de vaga, antes trabajaba más de 14 horas al día, madrugaba para atender a su marido,  se esforzaba por tener una mejor posición en su trabajo y mantener la casa impecable con sus manos, además intentó darle una familia, que lamentablemente no pudo ser.  Me pregunto si cuando sueltas palabras a la ligera, tienes idea si quiera al menos de todo lo que pasó antes.  Esa mujer además, lo único que hizo fue superar el dolor de darlo todo para que su marido se vaya con otra persona, porque siempre se fijo en lo que los demás pensarían de ella, hizo todo su esfuerzo para hacer lo que la «sociedad dicta», lo que las «normas dicen», y aunque existió gente que la entendió y la consintió, ella actúo por los demás.

Luego de superar ese dolor, esa mujer se volvió en si misma, y comenzó a mejorar, no por lo que dijeran los demás, sino por ella misma.  Se superó a si misma, dejó atrás ese pasado y se levantó como el ave fénix.  Esa mujer a la que tú tildas de «chismevaga» tan a la ligera,  lo único que hace ahora es dar con medida.  Servir a los demás hasta donde a ella le nace.  Esa mujer era un ser muy dulce y muchas cosas que hizo no fueron valoradas, ahora esa mujer solo entrega su dulzura a quien se lo recibe con cariño.

Esa mujer a la que ahora tú tildas de «vaga» y tantos «lindos atributos» que salen a la ligera de tu boca, esa mujer podría ser la niña de tus entrañas,  aquella a la que tanto cuidas, esa mujer no es solo una, pues muchos nombres han pasado por tu lengua recibiendo iguales o peores adjetivos.  Por ello a esa mujer a la que piensas que ofendes, sabe su realidad y no se deja afectar por tus palabras.

Mas, sin embargo no deja de llegar a mi mente aquello de la conducta espejo, en donde tú solo ves reflejada en esas mujeres a quienes insultaste una conducta que no has podido liberar, tú siempre asumiste la posición que la sociedad te obligó y ahora ves en esas palabras la saciedad de venganza.

Pero tienes que saber que esa mujer a quien insultas, sabe que no es perfecta y conoce sus defectos, y que tú se los adornes o no, no va a cambiar en nada su actitud; esa mujer cambia día a día porque ella cree en si misma y cree que todos los días puede ser una versión mejorada de si misma, no porque tú lo digas.

Así que si quieres sigue diciendo lo que gustes, que a esa mujer no le interesa tu opinión.

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